Todos los hombres en tu vida
Dijeron haber dejado el juego
Pero sólo en tu bohío
Conozco el tipo de hombre
Es difícil sostener la mano
Alzada al cielo en rendición
Cuando recogiste las cartas que dejó
Supiste que la nada es algo triste
Como tantos, él esperaba la carta
La más alta y salvaje
Para no volver a jugar más
Dijeron haber dejado el juego
Pero sólo en tu bohío
Conozco el tipo de hombre
Es difícil sostener la mano
Alzada al cielo en rendición
Cuando recogiste las cartas que dejó
Supiste que la nada es algo triste
Como tantos, él esperaba la carta
La más alta y salvaje
Para no volver a jugar más
Como José, iba buscando un pesebre
Asomado a tu ventana
Dijo que su voluntad
Se perdió por tu amor
Y luego, consultando
Asomado a tu ventana
Dijo que su voluntad
Se perdió por tu amor
Y luego, consultando
Su viejo horario de trenes:
Te dije al llegar que era un extraño
Viene ahora otro extraño
Quiere que ignores sus sueños
Como si fuesen la carga de otro
A este lo conoces
Era el de las cartas de oro
Todas oxidadas ahora
Quiere dejar el juego, pide asilo
Y odias ver a otro hombre cansado
Tirar sus cartas
Renunciar al sagrado póker
Mientras te cuenta sus planes
Ves una carretera
Serpentea como humo sobre sus hombros
Te sientes un poco más vieja
Le dices que entre y se siente
Luego algo te hace girar
Está abierta la puerta de la calle
No puedes cerrarla
Ves el camino, no temas
- Eres tú, mi amor, tú la extraña -
He esperado seguro
De verte en los trenes que aguardamos
Es tiempo de subir a otro
Créeme que nunca tuve un plan secreto
Que me guíe en este asunto
En ninguno, es la verdad
Cuando habla así no sabes lo que busca
Cuando habla así no sabes lo que quiere
Encontrémonos mañana
en la orilla bajo el puente
que construyen sobre un río infinito
Deja el andén, se acomoda en el vagón
Comprendes que es su nuevo refugio
Comprendes que nunca fue un extraño
Y dices:
Sí, bajo el puente, donde sea
Viene ahora otro extraño
Quiere que ignores sus sueños
Como si fuesen la carga de otro
A este lo conoces
Era el de las cartas de oro
Todas oxidadas ahora
Quiere dejar el juego, pide asilo
Y odias ver a otro hombre cansado
Tirar sus cartas
Renunciar al sagrado póker
Mientras te cuenta sus planes
Ves una carretera
Serpentea como humo sobre sus hombros
Te sientes un poco más vieja
Le dices que entre y se siente
Luego algo te hace girar
Está abierta la puerta de la calle
No puedes cerrarla
Ves el camino, no temas
- Eres tú, mi amor, tú la extraña -
He esperado seguro
De verte en los trenes que aguardamos
Es tiempo de subir a otro
Créeme que nunca tuve un plan secreto
Que me guíe en este asunto
En ninguno, es la verdad
Cuando habla así no sabes lo que busca
Cuando habla así no sabes lo que quiere
Encontrémonos mañana
en la orilla bajo el puente
que construyen sobre un río infinito
Deja el andén, se acomoda en el vagón
Comprendes que es su nuevo refugio
Comprendes que nunca fue un extraño
Y dices:
Sí, bajo el puente, donde sea