La sala mostraba un gusto cultivado en tradiciones victorianas y viajes. Sonaba a mar y olía a tierra. El té y la porcelana eran chinos. La luz de las ventanas quizás también. Los cuadros eran oscuros y las alfombras gruesas. El fuego distraía sin sofocar. Y en medio estaba ella, vespertina. Iba y venía con gracia, sin reparos ni zapatos, girando con los brazos abiertos. Espontánea decadencia jugando a seducir.
7.8.10
3.8.10
Confianza
Pasos como brincos
En el desierto y el borde
La tierra fuera y dentro
El agua olvidada al sol
Millones de fósiles marinos
La sed aumenta
Controla el pánico
Disfruta otra vez
La noche estrellada
***
Lastimé y fui lastimado
Luego me colgué de las circunstancias
Y puse todo entre paréntesis
Pronto los divertimentos se volvieron
aburrimientos
Y puse todo entre paréntesis
Pronto los divertimentos se volvieron
aburrimientos
Una aparición hace que de un golpe de insomnio me entere
que el deseo y la necesidad no son homólogos
No se está uno bien entre paréntesis
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